Hoy teníamos que hacerle un regalito a alguien muy especial. Pero un regalito mimoso. No algo material en si. Algo que diera como resultado una sonrisa de complicidad. Que le subiera el ánimo y se sintiera como un niño mimado…
¿Habéis tenido alguna vez una ocasión así?
¡Pues hemos acertado de lleno! Y como es cierto que cuando las cosas las haces con cariño salen muchísimo mejor… ¡Vaya éxito!
¿Mi regalo? ¡¡CROQUETAS!!
